La nueva administración nacional debería poner mucho cuidado con lo que hace con la ganadería. Se ha reducido sustancialmente en estos últimos 2 años la renta de la cría e invernada tradicional. El engorde a corral viene sufriendo importantes quebrantos. La altísima faena de hembras podría hacer descender rápidamente el stock, si no hay señales claras para el futuro, a diferencia del 2006 ya no hay 60 millones de cabezas. Un paso en falso, y la actividad podría sufrir un enorme retroceso.